Desde hace algunos años mis paseos fotográficos por la costa rara vez son superiores a dos kilómetros. No porque responda a algún tipo de limitación de mi salud, sino más bien porque cada vez veo más composiciones que me llaman la atención. Es algo un tanto raro, a la vez que voy perdiendo memoria voy ganando capacidad de aislarme y fundirme en el paisaje, eso que le llaman abstraerse.
Os aconsejo pinchar sobre la foto para verla a mayor resolución en otra pestaña y después F11 si queréis verla a pantalla completa.