En estos días festivos de Semana Santa han muerto dos personas en Asturias por la embestida de olas en zonas «aparentemente» libres de peligro y además muy concurridas habitualmente. Los pescadores con los que habitualmente coincido por los acantilados, cuando surge el tema siempre me dicen lo mismo: al mar picado siempre hay que estar mirándolo aunque sea de reojo. Mi experiencia me dice lo mismo, de vez en cuando llegan olas «perdidas» que duplican sin exagerar el tamaño de las habituales en ese momento. En esta fotografía se ve perfectamente esa situación, el oleaje ese día era de olas de 4-5 metros, pero ésta seguro que tiene más de 9 metros. La vi y nada más hacer esta foto me agaché protegiendo la cámara pues ya sabía que iba a disfrutar de una pequeña «ducha». Y así fue.
Os aconsejo pinchar sobre la foto para verla a mayor resolución en otra pestaña y después F11 si queréis verla a pantalla completa.