Este otoño visité hayedos que ya conocía desde hace años para dar pequeños paseos, recargarme de energía positiva y confiar en que las musas de la inspiración me visitasen. Algo que me llamó mucho la atención este año es la poquísima cantidad de setas que vi, no sé si por la mucha gente que ahora las coge o simplemente porque ni llueve ni hace el frio suficiente, o las dos cosas.
Os aconsejo pinchar sobre la foto para verla a mayor resolución en otra pestaña y después F11 si queréis verla a pantalla completa.
