Es realmente difícil llegar a esta localización con la mar tan picada como estaba ese día. Pero más difícil aún fue hacer fotos con el viento que soplaba e inundaba todo con el spray que arrastraba …. incluyendo al trípode a la que te descuidabas. Y a pesar de ello fue un tarde en la que pude disfrutar plenamente con los cinco sentidos en la soledad de aquel paraje.
Os aconsejo pinchar sobre la foto para verla a mayor resolución en otra pestaña y después F11 si queréis verla a pantalla completa.
