Existe un fenómeno atmosférico cuyo colorido es realmente bello e integrable en multitud de composiciones paisajísticas. El cinturón de Venus se puede ver poco después del orto o el ocaso solar en la dirección contraria al astro rey como un resplandor rosáceo debido a la dispersión de la luz, y a unos 15 grados por encima del horizonte. Justo debajo de esa zona existe una franja más oscura y azulada que representa la sombra de la superficie de nuestro planeta. Estos castros de la costa llanisca son ideales para fotografiar ese contraste cromático en la época invernal, y esta tarde las condiciones eran perfectas.
Os aconsejo pinchar sobre la foto para verla a mayor resolución en otra pestaña y después F11 si queréis verla a pantalla completa.