Como decimos en Asturias a la lluvia fina que parece que no moja pero terminas empapado como no te cubras, orbayaba y las rocas del acantilado estaban mojadas y resbaladizas. Caminar por encima en esas condiciones es realmente peligroso, pues un resbalón puede significar un percance serio. Me lo pensé más de una vez en llegar a este punto, pero al final no pude resistirme a las luces tan guapas que se estaban preparando. Mientras me dirigía con mucho cuidado al lugar pude ver a otro fotógrafo que me seguía, al llegar a mi altura vi que iba en bañador y chanclas. No pude resistirme y le dije que estaba jugándose como mínimo dejarse la piel de las piernas en algún tropezón. No me entendió pues era alemán, así que se lo dije en inglés, pero tampoco le dio mayor importancia. Como decía el instructor del grupo de montaña cuando empezaba de jovencito, el mayor peligro en la montaña no es arriesgar, sino no ser consciente de cuando lo estás haciendo. Esta tarde ese hombre tuvo mucha suerte.
Os aconsejo pinchar sobre la foto para verla a mayor resolución en otra pestaña y después F11 si queréis verla a pantalla completa.