Cuando hay anuncios de fuertes marejadas en ocasiones suelo ir a lugares que conozco donde se que la fuerza del mar se aprecia en toda su intensidad. Algunas veces ni hago fotos, entre otras cosas porque con el viento, mantenerla en el trípode sin que salga volando es un gran riesgo …. y muy costoso, jeje. Lo que si hago siempre es ir bien preparado para estar toda la tarde disfrutando de la ambientación, y esto es algo que con los años me he dado cuenta que hay que hacerlo en solitario, para no estar pendiente de las quejas. Esta tarde fue una de esas que se recuerdan toda la vida. Cada poco el impacto de las olas contra el acantilado sonaba como explosiones del azote del mar queriendo acabar las paredes del acantilado. Es como estar en un hipotético campo de batalla.
Os aconsejo pinchar sobre la foto para verla a mayor resolución en otra pestaña y después F11 si queréis verla a pantalla completa.