Habitualmente cuando pensamos fotográficamente en términos compositivos lo hacemos con elementos estáticos de la imagen. Desde hace muchos años me encanta en mis marinas que algunos de esos elementos sean además dinámicos, y el mar se presta perfectamente para ello. En mi opinión incorporar esta característica en nuestras imágenes es aumentar el grado de dificultad de una composición, pues no solamente debes añadir tu creatividad como fotógrafo, como artista, sino que además incorporas elementos (flujos de agua) que no tienes control alguno sobre ellos. En el mejor de los casos, quizá puedas inferir y esperar por el mejor momento, pero aún así eso implica estar supeditado al azar y con ello la plasmación de tu creatividad. Sin embargo cuando consigues que todo cuadre, que lo que imaginas en tu mente se plasme en la pantalla de la cámara, las composiciones son irrepetibles, únicas.
Os aconsejo pinchar sobre la foto para verla a mayor resolución en otra pestaña y después F11 si queréis verla a pantalla completa.