Este otoño me acerqué a este precioso rincón aprovechando la lluvia y el ambiente melancólico que también le va al lugar. Pero me encontré con que el arroyo que pasa al lado de este eremitorio estaba totalmente seco, por lo que la composición que tanto me gusta queda para mejor ocasión. No quedó más remedio que buscar otras visiones.
Os aconsejo pinchar sobre la foto para verla a mayor resolución en otra pestaña y después F11 si queréis verla a pantalla completa.
José
20 Nov 2022Hola Pepe:
Disfruto de tus imágenes de esta semana. El otoño, quizá seco en exceso respecto a otros años, parece menos cromático (¿o más tardío?). De todas formas, tus estampas de Somiedo son preciosas.
¡Afortunado has sido en poder ser testigo de la actividad humana en esos lugares en tiempos pasados! A mi me sucede lo mismo, al recordar los caminos y las actividades estacionales de las gentes de los pueblos.
¡Lo del concurso que citas, me parece de broma¡ Para que luego confíes en el » buen criterio» de los jurados.
Un abrazo.
Jose (Física)
José Fernández
21 Nov 2022Hola Jose:
El otro día lo hablaba con mis compañeros, el colorido de los bosques de castaños de mi pueblo no es el de antes ni de broma. Ahora tienen una tonalidad como marrón, cuando antes la hoja era de color naranja oscuro, en algunas manchas del bosque muy parecido al color del hayedo.
Un abrazo