En ocasiones se cumplen los deseos o por lo menos las ideas preconcebidas. Algunas veces pensé lo bien que podía quedar un carnero en lo alto de esos acantilados, sobre todo para dar escala a su altura que es considerable. Nunca había visto en las visitas anteriores cabras por esta zona, pero esta tarde ahí estaban y no pensaba dejar de pasar la oportunidad. Así que poco a poco las «convencí» para que se fueran para allí :), y al final allí aparecen dos diminutas siluetas dando escala.
Os aconsejo pinchar sobre la foto para verla a mayor resolución en otra pestaña y después F11 si queréis verla a pantalla completa.