Desde la cima de la Montaña Negra la visión que se tiene del Parque Nacional de Timanfaya es impresionante. Cuesta subirla, pero vale la pena. En el caso de este atardecer donde la bruma era considerable, el color prácticamente no existía y una mancha negruzca es todo lo que se podía ver en el terreno a diestra y siniestra. Solamente pequeñas zonas de color amarillo debido al Sol teñían algunos de los cráteres durmientes más elevados.
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