De vez en cuando me doy un paseo con mi cámara de película por Oviedo, mentalmente es muy positivo pues te obliga a olvidar los histogramas y demás tecnología y a centrarte en lo que tienes delante pues no hay margen de error. Me crucé con esta monja y me llamó mucho la atención su fisonomía y lento caminar. Al llegar a este punto se paró y estuvo un buen rato mirando al cielo.
Os aconsejo pinchar sobre la foto para verla a mayor resolución en otra pestaña y después F11 si queréis verla a pantalla completa.