Cuando en una pequeña isla ganas un poco de altura es casi seguro que tu fondo es el océano que la rodea, y en esta zona es precisamente lo que quería. Una ligera neblina se mostraba cada vez mas patente a medida que el atardecer avanzaba, con lo que mejora esta composición pues casi desaparece el océano del fondo. Quería dar el máximo protagonismo a esas cuatro laderas de tonalidades ligeramente diferentes. Al final me gustó más la versión de poner esa casa solitaria para dar escala a esta visión tan estéril.
Os aconsejo pinchar sobre la foto para verla a mayor resolución en otra pestaña y después F11 si queréis verla a pantalla completa.