Memorias

Es difícil olvidar tardes como ésta.  Debido a la niebla, durante la bajada no podía ver nada de la playa pero el ruido del mar junto con el de los bolos que arrastraban las olas era increíble. Una sensación realmente extraña para un fotógrafo de paisaje, oír pero no ver. En los pocos momentos que la niebla dejaba ver la playa y sus acantilados, el color predominante era ese verde esmeralda amenazador que los marineros de aquí tanto temen. A lo largo de los años he acumulado varias versiones de esta composición, ésta es quizá la que más me gusta hasta ahora. Desde luego es la que más clara perdura en mi memoria.
Os aconsejo pinchar sobre la foto para verla a mayor resolución en otra pestaña y después F11 si queréis verla a pantalla completa.

Blog-772

Canon 5DIII, Canon 16-35 mm f4L, ISO 100, CPL. Fusión manual de la luminancia de dos imágenes y procesado en Lightroom

Esta Entrada Tiene 2 Comentarios

    1. Y gracias a ti por tu visita. Para mi esta foto es una de mis favoritas, no tanto por la belleza plástica que pueda haber en ella, sino por la vivencia previa y durante la toma. Esa sensación de empezar a bajar las escaleras de acceso y no ver más allá de cinco metros pero oír un estruendo continuo a tus pies, es algo que no olvidas. Estas vivencias son la parte gratificante de la fotografía de paisaje, esta especialidad tan difícil y muchas veces fustrante en nuestras expectativas.

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