Aprovechando el último fin de semana antes de un nuevo confinamiento, esta vez por el occidente asturiano. Siempre me ha gustado utilizar el agua como elemento compositivo, unas veces para dar dinamismo y en otras ocasiones como un elemento auxiliar adicional. En ese caso tuve la suerte de poder incorporar las dos características. Si os fijáis el agua está confinada con una forma triangular que se ajusta perfectamente al relieve del acantilado que conforman esas rocas tan guapas. Me hubiese gustado que la roca que da lugar al vértice estuviera proyectado contra el horizonte, pero al hacerlo así se solapaban trozos aislados de rocas del fondo que la marea todavía no cubría con las rocas de la parte derecha. Con esta composición se proyectan de forma limpia contra el mar.
Os aconsejo pinchar sobre la foto para verla a mayor resolución en otra pestaña y después F11 si queréis verla a pantalla completa.
Canon 5DIII, Canon 24-70 mm f4L, ISO 50, CPL. Fusión manual de la luminancia de dos imágenes y procesado en Lightroom