Recuerdo de un día excelente de playa de este verano del 2020 que para finalizar lo hizo con una puesta de sol muy guapa. En la imagen no se aprecia muy bien, pero los primeros metros de agua era una mancha completa de ocle tiñéndola de rojo, así en toda la playa. Aunque a la hora de bañarte daba su aquel caminar entre vegetación que rodeaba todo tu cuerpo, supongo que eso es sinónimo de aguas limpias y no contaminadas.
Os aconsejo pinchar sobre la foto para verla a mayor resolución en otra pestaña y después F11 si queréis verla a pantalla completa.
Canon 5DIII, Canon 16-35 f4L, ISO 50, CPL. Fusión manual de la luminancia de dos imágenes y procesado en Lightroom
JOSE RODRIGUEZ GARCIA
7 Dic 2020Hola Pepe:
Me imagino que estos días de borrasca son idóneos de cara a encontrar novedades, modificaciones y sorpresas en los escenarios que sueles visitar. Como bien dices, por muchas veces que vayas al mismo sitio, siempre hay algo que te empuja a plasmarlo en la cámara.
Esas maravillosas rocas doradas son un ejemplo de ello, al igual que el ocle, testimonio de la dinámica marina. Recuerdo, una vez que estaba en la playa de Toró (Llanes), contemplar la playa cubierta en casi su totalidad por un ocle rojizo que contrastaba con la rocas piramidales en las que había incrustado un musgo verde ,…. para completar el colorido. ¡Si hubieses estado tú allí!
Preciosas fotos, con ese reflujo marino que empuja.
Un abrazo.
Jose (Física)
José Fernández
7 Dic 2020Hola Jose:
Pues me has dado una idea muy interesante para Toró, el año que viene intentaré llevarla a cabo. Conozco muy bien esa playa. Un fuerte abrazo