Pasado en la Niebla

En estos días de confinamiento los monumentos prerrománicos del Monte Naranco de Oviedo están en mi radio de acción de movimientos permitidos. San Miguel de Lillo cuando está envuelto en la niebla adquiere una apariencia mágica, sus proporciones, su pequeño tamaño y el hecho de estar rodeado de manchas forestales que lo aíslan visualmente, le otorgan una visión misteriosa. En esta temprana, fría y lluviosa mañana de mayo no había gente en el entorno, así que tranquilamente estuve buscando otras composiciones sin tener el cargo de conciencia de la pérdida de aislamiento decretado. Bajando un poco entre la vegetación del arroyo que pasa delante se puede ver este precioso arco vegetal que enmarca a esta pequeña maravilla arquitectónica. Me gustó la presencia de la figura humana dando escala a todo el conjunto, así que le dije a mi mujer que se quedara allí. Aunque tuve alguna queja pues los tiempos de adquisición con la película son mucho mayores, tienen su propio ritmo. No hay previsualización en pantallas, ni histogramas, ni capacidad de rectificar. Todo tiene que estudiarse de antemano si quieres obtener una imagen decente, y eso lleva su tiempo.
Os aconsejo pinchar sobre la foto para verla a mayor resolución en otra pestaña y después F11 si queréis verla a pantalla completa.

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Nikon FM3A, Nikkor 35 mm f2. Kodak TriX 400 TX revelada con Kodak HC-110(B) y escaneada con Epson V-850 Pro. Procesado en Lightroom

 

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