A finales del otoño y del invierno es la mejor época para venir a este punto buscando el arco iris como elemento compositivo de esta visión. Esta tarde lo pude conseguir, coincidiendo además con una marejada impresionante, los datos en tiempo real apuntaban a olas de seis metros. Pero con lo que no contaba era con la increíble luz fantasmagórica con la que pude disfrutar durante unos cinco minutos, justo antes de que un chaparrón de agua y fuerte viento me echara de allí y me dejara literalmente empapado. Aunque en esta visión solo se ve parte del cielo con luz amarilla/naranja, a mis espaldas y sobre mi cabeza era de esa tonalidad en su totalidad. Y claro la luz entre naranja y amarillo que todo lo bañaba era increíble, casi irreal. Como en ocasiones decía Galen Rowell, el secreto de sus mejores fotografías era resultado de la suerte de estar en el sitio adecuado en el momento justo.
Os aconsejo pinchar sobre la foto para verla a mayor resolución en otra pestaña y después F11 si queréis verla a pantalla completa.
Canon 5DIII, Canon 16-35 mm f4L, ISO 50, CPL. Procesado global en Lightroom
