Cuando te fijas en las paredes de algunos acantilados de las playas del oeste asturiano empiezan a surgir extrañas formas, como de criaturas que se quedaron petrificadas para siempre.
Os aconsejo pinchar sobre la foto para verla a mayor resolución en otra pestaña y después F11 si queréis verla a pantalla completa.
Canon 5DIII, Canon 70-200 mm f4L, ISO 100, CPL. Procesado global en Lightroom