Cuando se está cerca del ecuador las luces del amanecer y atardecer cambian a una velocidad de vértigo, cinco minutos puede ser el tiempo entre tener las luces adecuadas o no. Para mi en estos momentos eran donde desarrollaba una actividad física a tope para aprovechar al máximo las posibilidades compositivas. A ésta concretamente llegué en bicicleta a toda pastilla y realmente solo pude aprovechar esta toma, y fue una pena porque el lugar daba más de si con las luces de ese atardecer. Algunas veces cuando llegaba al hotel empapado en sudor mi mujer siempre me hacía la misma pregunta: pero de donde vienes?.
Os aconsejo pinchar sobre la foto para verla a mayor resolución en otra pestaña y después F11 si queréis verla a pantalla completa.
Canon 5DIII, Canon 70-200 mm f4L, ISO 100, CPL. Fusión manual de la luminancia de tres imágenes y procesado global en LightRoom