Hay fotos que se resisten a ser inmortalizadas como uno imagina y en mi caso ésta es una de ellas. Siempre quise coger esos picos nevados y cuando venía aquí para hacerla la niebla siempre estaba atenta para encargarse de borrarlos de escena. Ese teito ya no está en muy buen estado así que antes de que se venga abajo decidí darme una vuelta con la cámara de gran formato para dejar recuerdo, aunque no como a mi me gustaría. Estas paredes rocosas son de Somiedo pero no porque allí haya un montón de preciosas montañas, sino porque esos melancólicos teitos identifican este paisaje.
Os aconsejo pinchar sobre la foto para verla a mayor resolución en otra pestaña y después F11 si queréis verla a pantalla completa.
Wista 45 SP, Nikkor-W 180 mm f5.6, Degradado neutro (0.9D). Placa de 4″x5″ de Ilford Delta-100 revelada con Ilfotec DD-X y escaneada con Epson V-700. Procesado global en LightRoom
