Esta composición es una de las que más me gusta de esa preciosa torre del fondo, pero hasta esta tarde nunca me había atrevido a adentrarme en el mar entre las rocas salientes para poder aislar visualmente a ese monolito rocoso. Después de observar durante unos diez minutos el estado de la mar pensé que hoy sería el día adecuado. Las predicciones del oleaje era de olas en torno a tres metros y la marea ya estaba bastante retirada, así que había una relativa seguridad en exponerme al oleaje. Una de las cosas que más me gusta de esta visión es la verticalidad de los acantilados de la derecha y su precioso colorido entre naranja y rojo, que cuando llueve es bastante más pronunciado. La punta del vértice que origina la torre, el recorrido del borde del agua y la parte superior de los acantilados es en mi opinión especialmente atractivo y ayuda a dirigir la mirada a ella.
Os aconsejo pinchar sobre la foto para verla a mayor resolución en otra pestaña y después F11 si queréis verla a pantalla completa.
Canon 5DIII, Canon 16-35 mm f4L, ISO 50, CPL. Fusión manual de la luminancia de dos imágenes y procesado global en LightRoom