Poder caminar en la misma orilla del Támesis es tener otra perspectiva diferente de esta bella ciudad, y si encima coincide con unas guapas luces entonces es posible conseguir imágenes algo diferentes a las millones que me imagino serán hechas al cabo del año en esta gran urbe. Para hacer esta foto estuve esperando unos veinte minutos para tener ese trozo naranja de la ribera del rio en el lugar que quería, así pude captar franjas de color simétricas, naranja, azul, naranja y finalmente azul. Al principio la parte iluminada arrancaba desde la parte inferior de la composición, pero rápidamente me di cuenta que si esperaba lo suficiente ese naranja de la ribera iba a estar enmarcado a su vez por la sombra. Esto es lo que llamo geometría cromática, algo que en mi opinión hace esta composición tan atractiva a la vista.
Os aconsejo pinchar sobre la foto para verla a mayor resolución en otra pestaña y después F11 si queréis verla a pantalla completa.
Canon 5DIII, Canon 17-40 mm f4L, ISO 100, CPL. Fusión manual de la luminancia de dos imágenes y procesado global en LightRoom