Hace un año y medio, más o menos, de visita en St.Andrews (Escocia) vi casualmente una exposición de marinas de la zona de tres fotográfos mientras paseaba por esa ciudad. Mi primera mirada fué a una fotografia que me causó un gran impacto. Una foto de una zona rocosa con un mar en calma que sin embargo su superficie mostraba una rugosidad increiblemente bella. No había ni rastros de olas, nada que las delatase, pero aquella superficie del agua eran miles de pequeños «valles» con reflejos diferentes. Realmente pensé que aquello era fruto de Photoshop, pero no, el resto de las fotos eran muy similares. Aquello era algo buscado, y realmente dificilísimo de conseguir en el mar. Cuando salía de la sala mi cabeza estaba en esta localización, muy bella para fotografiar reflujos de agua pero que cuando se originan, al fondo de los roques no se ve más que un espumero sin detalle alguno.
De hecho, hacía años que no venía por aqui por ese motivo. Pero desde entonces he vuelto varias veces buscando esas condiciones en las que no hay ni una ola, pero la superficie del agua tiene una bella rugosidad. Y es que este lugar es ideal para eso. Desde luego no son los resultados de las imágenes que os comentaba, pero estoy seguro que los conseguiré. Para mi gusto el resultado es muchísimo más bello que poner un neutro y un montón de segundos de exposición.
Os aconsejo pinchar sobre la foto y después F11 para verla a mayor resolución y fondo oscuro.
